miércoles, 9 de septiembre de 2009

Tu beso se hizo calor, luego el calor, movimiento, luego gota de sudor, que se hizo vapor, luego viento

Mi boca roja en tu boca, la copa que gira en mi mano,y mientras el vino caía, supe que de algún lejano rincón de otra galaxia, el amor que me darías, transformado, volvería un día a darte las gracias.

El vino que pagaste vos, con aquel euro italiano, que había estado en un vagón antes de estar en tu mano,y antes de eso en Torino, y antes de Torino, en Prato,donde hicieron tu zapato sobre el que caería el vino

Zapato que en unas horas buscaras bajo tu cama con las luces de la aurora, junto a mis sandalias planas que compre aquella vez en Salvador de Bahía, donde a otro le di el amor que hoy vos me devolverías...

Cada uno da lo que recibe y luego recibe lo que da, nada es más simple, no hay otra norma: nada se pierde, todo se transforma.

No hay comentarios: