domingo, 19 de abril de 2009


Ahora que todo está tan mal y que el futuro no se ve, en un camino tan oscuro, ni soñando pararé. Por una vez siento que hoy vamos unidos de verdad en una cápsula que viaja a su propia velocidad. Y si reimos está bien, abandonemos la solemnidad... si nos subimos a este tren, para reír y no para llorar. El destino me espera ahí, pero se escapa de mi nunca lo alcanzo.

No hay comentarios: